En la semana 20 de embarazo, Georgia, que vive en Cardiff, descubrió signos inusuales en el feto durante un chequeo: la cabeza del feto era más grande de lo normal. Cuando nació Leo Hutchinson, los médicos lo volvieron a examinar y le diagnosticaron estenosis craneal.
Los médicos notaron que la cabeza de Leo era más grande que la de la mayoría de los bebés en el útero, pero no les preocupó.
La estenosis craneal es un tipo de defecto congénito que ocurre cuando las articulaciones del cráneo se fusionan prematuramente, causando deformidad del cráneo. Los niños con la enfermedad tendrán una forma anormal de la cabeza al nacer, como aplanada o aplanada, lo que provocará deformidades faciales. Lo que es más peligroso, esta enfermedad también limita la capacidad de desarrollo de los huesos, lo que provoca un aumento de la presión intracraneal, afecta al desarrollo del cerebro, pérdida de visión…
El niño tenía sólo 7 meses cuando se sometió por primera vez a la cirugía de nueve horas.
Leo se recuperó bien tras la primera cirugía
Para garantizar que el niño se desarrollara con normalidad, a la edad de 7 meses, Leo tuvo que someterse a su primera cirugía de 9 horas en el Hospital de Birmingham para operarle el cráneo y reducir la presión en otras partes.
Leo luchó valientemente con su enfermedad
Niño sonriente en el hospital
Tómate una foto con el hermano menor Coby y la hermana menor Myah.
Básicamente, los médicos extirparon las articulaciones fusionadas, remodelaron parte o la totalidad del cráneo y liberaron la compresión para crear espacio para que el cerebro se desarrolle.
Aunque esta cirugía fue exitosa, aún dejó una gran cicatriz en la cabeza del niño. Y este es también un recuerdo horroroso para toda la familia.
La familia de Leo siempre agradece la presencia del valiente niño
Dos años después de la primera cirugía, el nervio óptico de Leo siguió teniendo problemas y se vio obligado a someterse a una segunda cirugía. Esta vez, los médicos tuvieron que insertar deslizadores en cada lado de su cráneo para transformar las varillas. Deslice esto en una “llave especial” para reducir la presión sobre el cerebro. Después de la cirugía, Leo está mostrando signos sorprendentes de recuperación, pero tiene un largo proceso por delante. Por ello, la familia del niño pide apoyo para seguir un tratamiento a largo plazo.