Además, un incidente reciente ha puesto de relieve los peligros de acercarse a una ballena muerta. La semana pasada, un grupo de bañistas en la costa de California vio una ballena jorobada muerta varada en la orilla. A pesar de las advertencias de los funcionarios de que se mantuviera alejado, un hombre intentó subirse al cuerpo de la ballena para tomar una foto.
Trágicamente, el hombre perdió el equilibrio y cayó en la boca de la ballena. Si bien los servicios de emergencia lo rescataron rápidamente, sufrió varias lesiones y lo llevaron de urgencia a la hospitalidad.
Los funcionarios han enfatizado la importancia de no acercarse ni trepar a las ballenas muertas, ya que pueden ser inestables y representar un grave riesgo para la seguridad humana. También han recordado al público que desintegrar o retirar partes de una ballena muerta es ilegal y puede dar lugar a fuertes multas.
Si bien puede ser tentador conocer de cerca a estas magníficas criaturas, es importante recordar que todavía son animales salvajes y deben ser tratados con precaución y respeto, incluso después de muertos.