El sol se estaba poniendo y la cálida brisa soplaba suavemente entre los árboles. Mientras el canguro saltaba por el campo de hierba, no vio la valla de acero que tenía delante. De repente, chocó contra la cerca y se estancó.
La emoción comenzó cuando el canguro intentó liberarse, pero cuanto más se movía, más profundamente quedaba atrapado en los cables de acero. Los gritos del canguro resonaron en el tranquilo bosque y parecía que toda esperanza se había perdido.
Entonces, de la nada, se produjo un incendio en la hierba seca y las llamas rápidamente se extendieron por la cerca. Los gritos del canguro se hicieron más fuertes al sentir el intenso calor que irradiaba su pelaje. En un intento desesperado por escapar, reunió todas sus fuerzas y logró liberarse de la cerca justo cuando se convertía en un montón de cenizas humeantes.
El canguro yacía en el suelo, jadeando y sacudido por su terrible experiencia. Observó cómo el fuego avanzaba y el bosque era consumido por las llamas. Cuando el sol se hundió en el horizonte, el canguro se alejó, con el corazón pesado por el peso de lo que acababa de presenciar.
El sol se estaba poniendo y la cálida brisa soplaba suavemente entre los árboles. Mientras el canguro saltaba por el campo de hierba, no vio la valla de acero que tenía delante. De repente, chocó contra la cerca y se estancó.
La emoción comenzó cuando el canguro intentó liberarse, pero cuanto más se movía, más profundamente quedaba atrapado en los cables de acero. Los gritos del canguro resonaron en el tranquilo bosque y parecía que toda esperanza se había perdido.
Luego, de la nada, se produjo un incendio en la hierba seca y las llamas rápidamente se extendieron por la cerca. Los gritos del canguro se hicieron más fuertes al sentir el intenso calor que irradiaba su pelaje. En un intento desesperado por escapar, reunió todas sus fuerzas y logró liberarse de la cerca justo cuando se convertía en un montón de cenizas humeantes.
El canguro yacía en el suelo, jadeando y sacudido por su terrible experiencia. Observó cómo el fuego avanzaba y el bosque era consumido por las llamas. Cuando el sol se hundió en el horizonte, el canguro se alejó, con el corazón pesado por el peso de lo que acababa de presenciar.