Blue King (o Azul), el Pit Bull, estaba muy feliz cuando fue adoptado por una familia. Los amaba mucho e hizo todo lo posible para hacerlos felices.
Pero un día, la familia decidió casualmente “dejarlo ir” cuando tuvieron que mudarse a una nueva casa. Lo dejaron en un refugio grande y nunca regresaron.
Blue se sentía incómodo en el refugio, pero estaba seguro de que su familia volvería a recogerlo. Pero cuando se dio cuenta de lo cruel que era, quedó devastado.
Seguía pensando porque creía que su familia lo había abandonado porque no era un “buen chico”. Pronto, los trabajadores lo encontraron sollozando en la perrera con lágrimas corriendo por su rostro.
El refugio intentó animar a Blue ofreciéndole su comida favorita. Pero Blue se negó a mirar la comida. Dejó de mover la cola y también apartó la mirada cuando los trabajadores lo acariciaban. Oró incansablemente para que su familia regresara.
Tras ver su desesperada situación, el refugio compartió su historia en las redes sociales y suplicó a la gente que lo ayudara.
¡Una mujer se enamoró de Blue! Ella se presentó para adoptarlo y trabajó duro para ayudarlo a dejar atrás las cicatrices de su abandono.
¡Hoy, Blue finalmente vuelve a ser un perro feliz y seguro que no necesita adivinar la permanencia del amor de su madre! Este simpático chico nunca más tendrá que derramar una lágrima.