Cuando conocimos esta asombrosa historia, fue imposible no sentir cómo, poco a poco, nuestra visión se nublaba debido a las emociones que aparecían acompañadas de una sublime sonrisa en nuestros rasgos.
Es una historia donde dos protagonistas nos dejan atrapados en un final que nos llena el alma de placer.
Emerson es un hombre especial que nos da una lección sobre lo que realmente es el amor verdadero.
Este hombre apenas tenía más que amor por sus amigos y su único instrumento de trabajo, pero lo abandonó sin importar las consecuencias.
No dudó en vender su carrito para recolectar objetos reciclables, y así costear la atención médica de su perro y sus 7 cachorros.
Emerson, ante la propuesta de un periodista de vender los caninos para poder comprar un cochecito nuevo con ese dinero, dio una respuesta muy firme y concreta:
“¡Un amigo no está en venta!”
Desde aquí reconocemos tu ejemplo de lo que realmente significa tener valores y experimentar el amor por un amigo.
Sí sabe reconocer el valor de un canino peludo que se convierte en nuestra familia para siempre y a pesar de todas las dificultades.
Las redes sociales son un elemento fundamental en esta gran historia, es un fantástico instrumento para establecer una comunicación efectiva, siempre y cuando se utilice correctamente. Y en esta historia ellos fueron protagonistas.
Quizás te preguntes por qué las redes sociales son un elemento fundamental de esta historia… Muchas veces hemos oído hablar de milagros y algunos también hemos sido testigos de que existen.
Las redes sociales ayudaron a que esta historia terminara en el marco de un verdadero milagro.
Las fotos de Emerson se volvieron virales y un refugio de animales, así como una organización que ayuda a crear conciencia sobre las personas sin hogar y el reciclaje, se enteraron de la historia de Emerson.
Le regalaron un coche nuevo. Pero eso no fue todo…
La reconciliación de una familia que había perdido la esperanza de volver a verse fue posible
Cuando esta entrañable historia salió a la luz hace casi un año, Gisele Soares Oliveira reconoció que este vagabundo de gran corazón era su tío.
Gisele explicó con evidente emoción en su rostro que no había sabido nada de él en 15 años. Un día ella desapareció abruptamente y no supieron más de él.
Gisele es veterinaria y quería compartir esta encantadora y verdadera historia. Tener un gran corazón parece ser algo hereditario pues Gisele ayuda a diversos colectivos que defienden y aman a los animales en su gran labor de cuidarlos y protegerlos.
Benedita Soares es una mujer de 75 años y ha sido testigo de este gran milagro, pudo volver a abrazar a su hijo después de 15 años, pudo verlo con vida después de haber perdido toda esperanza.
¡Comparte esta increíble historia! Es un claro ejemplo de que los milagros existen. Su historia nos deja boquiabiertos y nos llena el ánimo.