El loto, con su color blanco puro y su suave fragancia, es un símbolo de belleza en la cultura asiática. A pesar de crecer en el barro y el lodo, este loto se eleva con pureza y elegancia inmaculadas. A veces, incluso florece en aguas turbias, simbolizando la capacidad de florecer en circunstancias desfavorables.
Además de su belleza exterior, el loto también tiene un profundo significado espiritual. En el budismo, el loto representa la iluminación y la claridad. Su pureza y refinamiento encarnan la pureza y la luz en la vida, convirtiéndolo en un símbolo hermoso y significativo en la cultura asiática.