Así comienza la historia de Dong-Jin, un cachorro que vive en un terreno en Jeongdongjin, un pequeño pueblo de Corea.
Dong-Jin pertenece a la raza Samoyedo, con una característica destacada de pelaje espeso y sedoso . Sin embargo, Dong-Jin es calvo y puede ver los huesos debajo de su piel.
Ek Park, el fundador de Free Korean Dog, hizo todo lo posible para rescatarlo.
Son una organización de rescate de perros de Corea, donde todavía tienden a tener granjas para el consumo y tienen muy poco respeto por estos animales. Se conectan con América del Norte, para la adopción y para un lugar donde puedan estar seguros y darles amor.
Park tuvo que amenazar legalmente al dueño de Dong-Jin hasta que finalmente lo entregó.
Los veterinarios no estaban seguros de si podían hacer algo por él, estaba piel y huesos, estaba muy enfermo y no sabían si su cuerpo sería capaz de soportar todas las drogas que necesitaban para orinarle.
Comenzaron a tratar el terrible caso de sarna demodex que tenía y a alimentarlo, ya que estaba completamente desnutrido.
El pobre estaba al borde de la muerte, todo su cuerpo estaba completamente deteriorado, pero al parecer su mente estaba muy fuerte, ya que muy pronto comenzó a responder positivamente a todo el tratamiento.
En apenas cuatro meses se empezó a notar un cambio.
Su cuerpo comenzó a crecer y su peso indudablemente iba aumentando, además su estado de ánimo era muy bueno, lo llevaron a un refugio privado en Corea del Sur, donde pudo interactuar con otros animales, se veía realmente feliz.
La transformación que había experimentado fue increíble.
En sólo 6 meses era un perro completamente diferente, nadie hubiera imaginado que estaba al borde de la muerte, que su piel estaba completamente enferma y que su cuerpo estaba tan débil que caminaba con dificultad.
Estaba listo para ser adoptado, por lo que Park publicó su perfil en la página Free Korean Dogs y una familia canadiense se enamoró de él.
De hecho, mucha gente estaba interesada, pero Park decidió que esta familia sería la mejor para Dong-Jin, tienen un jardín grande y la mujer es escritora, trabajando desde casa el cachorro nunca estaría solo.
Y como si fuera poco, tendría un hermanito con quien jugar, ya que tienen otro perro.
Park dijo: “Estoy muy feliz de que él esté bien ahora, Dong-Jin es como un milagro, y saber que estará bien es reconfortante”.
Ahora estamos felices de ver fotos de Dong-Jin, corriendo por el césped verde y jugando con su nuevo hermano. Sin duda es un ejemplo del daño que nos puede hacer el abandono y que con un poco de amor y dedicación podemos cambiar una vida por completo. Afortunadamente, este hermoso y cariñoso cachorro encontró a la persona adecuada a tiempo y se le dio una segunda oportunidad.
Si crees que la transformación de Dong-Jin es asombrosa, no dudes en compartir su historia.