El día 2, vinieron a buscar a un perro herido que se zambullía en un charco de agua y pedía ayuda. La cirugía de la herida de Amora duró más de tres horas.
Ella sobrevivió a una segunda cirugía de reparación del hueso al tercer día. Su mandíbula fue reforzada y se le realizó una esofagectomía. A pesar de recibir grandes cantidades de analgésicos, ella estaba recibiendo mucho dinero.
El médico le recetó ejercicio para ayudarla a mejorar la circulación sanguínea. Nuestro problema fue el síndrome de dolor, así como una irritación purulenta significativa de la cavidad bucal. Todavía tenemos que inyectar analgésicos al velo de forma regular en este período. Siempre la animamos y le contamos chistes para que se sienta mejor. Pero todo esto parecía hacerla feliz.
Después de 30 días, la estructura se ha eliminado y ha dejado de realizar su función. Sin embargo, la mandíbula permaneció quieta, con poca dificultad al moverse. Podría volver a comer en aproximadamente un mes, según el médico.
A los 2 meses ya pudo alimentarse sola, le trataron el tumor de esófago y lo que es mejor fue que le dieron el alta al día siguiente.
Se superaron todas las dificultades y desafíos. Debemos agradecer a los médicos por su arduo trabajo. Su cambio de imagen sorprendió a todos en el veterinario.
Amora estaba pagada y al borde de la muerte. Pero ella todavía cree en las personas y su vida se ha llenado de amor y felicidad desde entonces.
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