El lechón mutante con “cuerpo de gusano” y sin patas ha captado la atención de muchos. El lechón nació con una rara mutación genética que hizo que su columna se curvara, haciéndolo parecer un gusano.
El granjero propietario del lechón estaba inicialmente preocupado por su supervivencia, pero el lechón parece estar sano y feliz.
A pesar de su apariencia única, el lechón es capaz de moverse usando su columna curvada e incluso ha aprendido a usar su hocico para cavar en busca de comida. Los científicos están interesados en estudiar la mutación de los lechones para comprender mejor cómo las mutaciones genéticas pueden afectar el desarrollo de un animal.
Por ahora, el lechón sigue siendo una curiosidad y un recordatorio de la increíble diversidad de la vida.