Cuando Angela Ihegboro vio por primera vez a su hija recién nacida, se quedó completamente sin palabras. “Es una bebé milagrosa”, expresó ayer la madre de 35 años. “Pero aún así, ¿cómo podemos explicar esto?”
El notable acontecimiento se desarrolló cuando el bebé Nmachi, un bebé blanco, rubio y de ojos azules, nació de dos padres inmigrantes nigerianos negros en un hospital de Londres.
Ben Ihegboro, el padre, quedó igualmente asombrado. “Lo primero que dije fue: ‘¿Qué diablos?’”, recordó. “Después de su nacimiento, ambos nos sentamos allí, mirándola durante mucho tiempo sin decir una palabra”.
Buscando disipar cualquier duda, reafirmó su paternidad afirmando: “Por supuesto que ella es mía. Mi esposa siempre me ha sido fiel. Incluso si no lo hubiera sido, el bebé no se vería así”.
Los expertos en genética, aunque no creen en los milagros, se esforzaron por dar respuestas simples al enigma que rodea al bebé Nmachi. En cambio, ofrecieron tres teorías posibles:
- Podría ser el resultado de una mutación genética única. Si ese es el caso, Nmachi podría transmitir el gen a sus hijos, y ellos también podrían heredar el rasgo de ser blanco.
- Podría ser producto de genes blancos latentes heredados de sus antepasados, que permanecieron ocultos durante generaciones hasta ahora.
- Aunque no es completamente albina, Nmachi puede tener una versión mutada de una condición genética y su piel puede oscurecerse con el tiempo.
El nacimiento del bebé Nmachi sigue siendo un fenómeno fascinante y desconcertante, que cautiva tanto a la comunidad científica como al público en general.